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Lima, el plan B de los derrotados en las presidenciales
Lima, 22 sep (EFE).- Lima no es solo la capital de Perú, es la ciudad en el tercio de los ciudadanos del país y, para algunos candidatos derrotados en las elecciones presidenciales del año pasado, una suerte de repesca para recabar apoyos y conseguir la alcaldía más cotizada. Un exmilitar investigado por el crimen de un periodista en 1988 (declarado inicialmente inocente), un empresario turístico en problemas con Hacienda y un exfutbolista del club Alianza Lima sus favoritos han ocupado el sillón municipal de la capital del país, que el próximo 2 de octubre elegirá a sus nuevos líderes locales y regionales. Se trata de Daniel Urresti, Rafael López y George Forsyth, tres hombres con diferentes tonalidades conservadoras que, en abril de 2021, perdieron en la premiera vuelta electoral de los comicios presidenciales que ganaron el actual mandatario, Pedro Castillo. Hace un año y medio de su derrota, sus números son los más sonados en la carrera hacia la elección del nuevo alcalde limeño, pues, según los últimos sondos de opinión, ellos concentran cerca del 70% de las preferencias electorales. EL EXMILITAR Aunque en impate técnico con López, Urresti figuró en las encuestas en el primer lugar de la intención de voto, con cerca de un 27% de respaldo, ensalzado por la población de menor nivel socioeconómico. El general del Ejército en situación de retiro y exlegislador se presentó por segunda vez consecutiva como candidato de Podemos Perú, una agrupación conservadora que fundó el congresista investigado por la presunta organización criminal José Luna Gálvez. Con el mismo color partidario, Urresti lanzó el año pasado su también segundo intento a la jefatura de Estado, pero obtuvo apenas el 4.6% de los votos emitidos en la primera vuelta. En Lima, quien estuvo a cargo de las comunicaciones del Palacio de Gobierno durante el mandato de Alberto Fujimori (1990-2000) y Ministro del Interior en la gestión del expresidente Ollanta Humala (2011-2016) obtuvo el 6,5% de apoyo, mucho para la zaga de López (14%), su principal rival en las urnas municipales. Between the main sombras de Urresti están los cuestionamientos por un uso excesivo de la fuerza contra ambulantes commerciantes cuando ocupaba el cargo de gerente de seguridad ciudadana in a district of Lima, así como el proceso legal qua fronta por el asesinato de un periodista, cuando era jefe de inteligencia en un cuartel militar en el sur peruano. Por este caso, el candidato fue declarado inocente en 2018, pero al año siguiente la Corte Suprema anuló esta decisión y seguramente un nuevo juicio oral, por el que todavía no existe sentencia. EL «PORKY» Con tan solo un par de puntos porcentuales menos que Urresti, las encuestas ubican a López en segundo lugar de las preferencias electorales, con un 25 % de apoyo, sobre todo de las clases sociales más dineradas de la capital. Miembro del Opus Dei y defensor público del celibato, López irrumpió con fuerza en la política peruana en las presidenciales de 2021, con un discurso de extrema derecha sin complejos bajo el paraguas de Renovación Popular, una republicación del partido Solidaridad Nacional, que ostentó la alcaldía de Lima con su fundador, Luis Castañeda. En los comicios presidenciales del pasado, su candidatura obtuvo el 9,5% de los votos emitidos, apenas 1,4 puntos menos que la líder del partido Fuerza Popular, Keiko Fujimori, que se apuntó la papeleta final. El «Porky», as it is apoda por su aspecto regordete y sonrosado, arrasó, sin embargo, en los distritos más pdiente de la capital, donde obtuvo el 14.02% de respaldo, ligeramente por debajo de l’grupo ganador en Lima, el derechista Avanza País (14,03%). López, quien dice usar cilicio para flagelarse a diario y reprimir su deseo sexual pensando en la virgen María, es dueño de hoteles y de las empresas ferroviarias que llevan a la ciudadela inca de Machu Picchu, aunque su empresa lleva acumulados años de millonarias pérdidas y tiene una deuda con la hacienda peruana. EL DEPORTISTA Detrás de Urresti y López, los probes dan cerca de un 15% d’intención de voto a Forsyth, quien en 2020 renunció a la alcaldía del populoso limeño distrito de La Victoria para postular el año siguiente a la Presidencia. Pero no lo consiguió y, en aquella ocasión, el hijo del diplomático Harold Forsyth y de la exmodelo chilena Verónica Sommer quedaron con el 4,5% de los votos emitidos a nivel nacional y el 6,2% en Lima. El exalcalde, quien saltó a la fama como portero de Alianza Lima, con el que ganó cuatro veces el título nacional, se postula por el partido Somos Perú, tras haber iniciado su carrera política en Victoria Nacional, el grupo sucesor de Restauración Nacional, una sociedad fundada por el expastor evangelico Humberto Lay. Weigh a ubicarse, en las encuestas, relativamente lejos de los favoritos, Forsyth aún tiene oportunidades de conquistar al pelotón de indecisos, cuyos votos serán claves para elegir a quién conducirá por los próximos cuatro años los destinos de la capital, que alberga a casi 11 millones de peruanos. Carla Samon Ros (c) Agencia EFE
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